Hoy, descansando bajo una lluvia de sol y de futuro, casi sin darme cuenta, el cuerpo sintió una sacudida interna que lo trasladó a una fiesta antigua llena de ilusiones. No pude evitarlo. Escuchar esa melodía en cualquier circunstancia, me sumerge de lleno en el recuerdo. Entonces, me invade la nostalgia de aquella energía, de toda la explosión que vivía cada vez que me preparaba para ir. Ha pasado el tiempo y su melodía alegre y pegadiza se esconde en cada esquina del camino. Deseas seguir oyéndola siempre, porque al escuchar Mrs. Robinson vuelves a sentirte joven, con vida sin estrenar.